la frase central de toda conspiración llevada al cine y un
icono de la cultura pop
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Si partimos de una serie de hechos
sociales simultáneos en tiempo y cercanos en el espacio. Podemos
fácilmente aceptar que todos están directamente o forzosamente
vinculados. Incluso puede tratarse de hechos similares. Un acto de
violencia armada en el punto A y otro en el punto B que es aledaño
al punto A pueden ocurrir de manera simultanea. Y ciertamente puede
ser el caso de que es estén relacionados, pero ni el hecho de que
los eventos sean simultáneos o que sean similares los vincula de
manera automática.
Ahora en cuanto mas compleja es una
sociedad y mas grupos de interés actúen en ella mas eventos de todo
tipo sucederán de manera simultanea, si ademas esta sociedad es en
si misma distopica. Muchos de los eventos serán intencionales para
forzar hechos de interés negativo al total de los miembros de la
sociedad desde los grupos con interés propio que actúen en ella. Es
decir sucederán conspiraciones para tratar de obtener algún tipo de
resultado extractivo desde el conjunto o en la zona de influencia o
interés de quienes conspiren.
Ademas es normal que las sociedades
crezcan y se vuelven mas complejas, el resultado son mas actores de
todo tipo actuando de manera simultanea. Algunos de ellos con
intenciones ocultas o simplemente negativas. Ante este escenario una
respuesta frecuente es asumir que todos los hechos de carácter
negativo a los criterios de un sociedad son parte de un único plan
que los vincula.
Este fenómeno, donde se integran
muchos hechos dispersos o vinculados de manera indirecta para formar
una teoría única que explique todos los acontecimientos. Es un
efecto de dos circunstancias: Los mecanismos de socializan que nos
inducen a la credulidad y a la fe. Y las limitantes que da tanto la
construcción cultural como el sustrato cognitivo del propio
funcionamiento mental para la comprensión de fenómenos complejos
que no se apeguen a criterios de prejuicio y moral ya construidos.
Fundamentalmente toda sociedad se
constituye en base a criterios comunes que pueden alcanzar el valor
de vinculo -sagrado-. Evidentemente muchos de estos criterios o
valores desaparecen en la medida que las sociedades cambian y se
dinamizan. Este proceso es parte del sustrato biológico-cultural que
dio pie a la creación de religiones y sociedades animistas y
teocraticas, que ademas fueron los primeros grupos humanos
organizados mas allá de los grupos familiares consanguineos. Pero
hoy día estos mismos procesos han llevado a un nuevo auge de toda
clase de teorías de conspiración para explicar desde perspectivas
falsas cualquier evento social significativo.
Una vez constituida una teoría de
conspiración, esta se desarrolla del mismo modo que cualquier
elemento de fe, y al igual que las religiones se construye a partir
de dogmas incuestionables. Esto vuelve a los grupos conspiranoicos un
reto a cualquier sociedad porque pueden mantener practicas
confrontadas a los valores que se consideran universales por el resto
de la sociedad. Pero tanto del lado del pensamiento social dominante
(mainstream) como de los grupos conspiranoicos el vinculo social esta
en una colección limitada de -valores sagrados- propios.
Pero la expresión -conspiranoico-
tiene una connotación negativa porque se señala que parte de
premisas falsas. Los conspiranoicos o conspiracionistas son una
consecuencia de las insatisfacciones en cuanto a la realidad de los
individuos, los modos humanos de la cognición y la complejidad de la
propia realidad cuya explicación escapa desde sus herramientas. Alan
Moore, respondiendo a una entrevista señala: “Lo principal que
aprendí de la teoría de conspiración es que los conspiracionistas
en realidad creen en una conspiración porque es más confortante. La
verdad del mundo es que es caótico. La verdad es que no son los
banqueros judíos, los extraterrestres grises y los reptiloides de 4
metros de otra dimensión los que tienen el control. La verdad es aún
más pavorosa: nadie tiene el control. El mundo es despiadado”.
Alan Moore,The Mindscape of Alan Moore 2003.
Un efecto subsecuente del creer en
falsas evidencias de éxito es que se comienza a tomar distancia de
la sociedad al considerarse un foco de excepcionalidad por causas
ideológicas. Las normas morales de valor universal ya no serán
aplicables al grupo de pertenencia porque el mismo se valorara como
una entidad de moral superior inaplicable fuera del mismo. Esto
podría parecer una exageración, pero esa ha sido históricamente la
lógica de las bandas agrupadas en sectores ideológicos herméticos
tanto de izquierda como de derecha para pretender la imposición de
sus paradigmas.
Un factor historico singular en la
actualidad es la que la dispercion viral de mitos y realidades en la
red. Este fenomeno de masas supera por mucho en su velocidad a
cualquier análisis de informacion por parte del individuo. Tanto la
dispercion de noticias como la dispersion de fraudes en la red
suceden por la aceptacion inmediata como verdad del mensaje recibido
a traves de la red.
Viralizar un mensaje es la señal mas
contundente de éxito comunicativo que se puede dar en las redes
sociales. No obstante la pobre o nula atención a la veracidad de la
información solo proyecta que se usan mas mecanismos irracionales
presentes de manera innata que herramientas de análisis consciente.
Hay mucho en la psicología pero
también en nuestra propia constitución cognitiva que nos impulsa a
creer sin hacer valoraciones. Es algo útil, porque nos ayuda a ser
seres sociales. Pero también es muy fácil quedar a merced de los
engaños. Y si se esta bajo presión psicológica es mas difícil que
una persona se de el espacio para analizar a fondo cualquier
información. Si a esto introducimos la presencia de mensajes falsos,
no confirmados o malintencionados y si potencial dispersión viral en
redes informáticas Tenemos una plataforma ideal para la construcción
de comunidades unidas por la fe en una conspiración y para la
intoxicación ideológica. Esta ultima es un efecto de alejamiento y
negación de “los otros” que resultan de la constitución del
grupo. Los otros son los que no adoptan el mismo conjunto de
creencias.
basada en los discursos de valor
sagrado en esas comunidades. No importa si los dogmas que constituyen
esas comunidades son falsos. Al igual que con las religiones no es la
veracidad probatoria sino la constitución de un discurso de vinculo
social lo que da valor a un dogma.
Las similitudes entre los discursos religiosos y los discursos
conspiranoicos, se vinculan en su necesidad de establecer la
fe como salida a un apocalipsis inminente.
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Como ademas vivimos en un conjunto de
comunidades donde realmente suceden engaños públicos desde
cualquier intención política o económica, no podríamos pedir un
escenario mas fértil para la desconfianza en instituciones o
discursos. Este hecho vinculado a la nueva disposición de
información global instantánea y a la debilidad casi universal en
cuanto a la comprensión en ciencias, resulta en la aceleración de
procesos de intoxicación informática. Basta generar una imagen, un
texto o una premisa y compartirlo con cualquier intención para crear
nuevos paradigmas de fe en los grupos dispersos que desde su
credulidad harán lo necesario para enriquecer y sustentar ese nuevo
elemento.
En muchos casos las teorías
conspiranoicas son inofensivas y no pasan de generar círculos de
interés o pequeños mercados de literatura y parafernalia
relacionada. Pero las conspiraciones mas intensivas en cuanto a la
dedicación que esperan de sus creyentes llevan hasta el limite de
practicas barbaricas. A decir: no vacunar a los niños, consumir
sustancias absurdas como remedios a afecciones de salud, temer
patológicamente a eventos cotidianos, o simplemente suponer que
ningún evento social es responsabilidad de sus actores sino de algún
difuso poder oculto.
El catalogo de miedos y explicaciones
desde las teorías conspiranoicas se acrecentá en la medida que las
redes de información se dinamizan. Es decir que en la base de todo
este proceso se retroceso social en la comprensión de la realidad
están los propios medios creados en la inventiva sustentada en la
ciencia y la razón. Una curioso dicotomia donde la disposición de
información no acrecentá el bienestar sino que sustenta un nuevo
auge de pensamiento mítico, mágico y religioso en sincretismo con
elementos dispersos de la ciencia y de la ciencia ficción.