2. Ningún grupo criminal en México ha construido nunca este tipo de elementos para destruir cuerpos o evidencia.
3. En la región la incineración de cadáveres de animales es común usando fuegos abiertos.
4. La evidencia indica que en el sitio se utilizaron aceleradores para la combustión (Gasolina y diésel). Torero utiliza solamente madera.
5. La evidencia en la escena indica que se utilizaron neumáticos y residuos plásticos como combustible. Torero nuevamente utiliza solamente madera.
6. Las dimensiones de los leños utilizados en el experimento no corresponden con el material disponible en el sitio en el momento de interés.
El experimento de Torero, una pira hindú para replicar su fantasía |
Hay que partir de algo simple: ¿por qué un grupo de delincuentes en las montañas de Guerrero usaría prácticas funerarias de la India para destruir cuerpos de personas?. La especulación en este sentido no parte de ninguna prueba o confesión, es una invención absurda de otro charlatán metido al tema, Jorge Antonio Montemayor Aldrete, un físico colaborador del partido MoReNa y amigo personal del ex Grl. Francisco Gallardo, un conspiranoico defensor de que el HAARP causa terremotos y ex candidato perdedor de la elección a gobernador en Colima. En el mamotreto de 2 cuartillas que presento como "reporte científico" (2) sobre el caso afirmaba: "En general la manera respetuosa y reverencial con que se tratan los restos humanos de nuestros muertos en cada cultura o dentro de las variantes del pensamiento religioso correspondiente, reflejan creencias específicas de la existencia de vida después de la muerte. Y por supuesto establece que el método de disposición del cuerpo de la persona muerta varía de acuerdo con la cultura del grupo que la realiza y de las características de su medio ambiente."
22 de Octubre de 2014, los charlatanes montándose en las causas sociales para ganar popularidad en sus propias agendas politicas |
Si consideramos la violencia y la absoluta falta de respeto por los cuerpos que hemos visto en la ultima década por parte de los criminales ¿Por que suponer que en este caso habrían tenido un trato particularmente respetuoso por los secuestrados?. Ese es el absurdo inicial de Montemayor que luego recupera Torero. Pero mientras la fama de Montemayor se apago, Torero mantiene una campaña de autopromoción sustentada en esos absurdos. Torero niega todo, desde la existencia de evidencia hasta los peritajes de instituciones como la UNAM. En entrevista con el alarmista Jorge Ramos dice que no hay claridad en cuanto al fundamento de la hipótesis de la PGR pese a que los 80 tomos de la investigación están disponibles al publico. Y para su muy personal cruzada ha tenido la valiosa colaboración de una periodista de Science, Lizzie Wade, quien ha estado vendiendo su imagen gracias a esta historia @lizzie_wade
Torero acusando en medios a la PGR de acusarlo a traves de los medios |
Y como en todo este caso la "oposición" lo cree todo, se autovalida constantemente, se auto intoxica y celebra temas sin contenido como la renuncia de Zeron. La ciencia en este caso no tiene un solo aporte por parte de los entusiastas del normalismo autoritario de Ayotzinapa. Hasta la fecha no han dejado de creer cualquier fraude publicado al respecto (incluyendo los de Torero) tampoco han denunciado practicas tan violentas como la "semana de prueba" donde los normalistas torturan a sus compañeros de nuevo ingreso. No han conseguido conformar ningún Task Force que evalué la información publicada o las afirmaciones de ninguna de las partes. Lo que si han logrado es sostener el mito de que los normalistas fueron secuestrados por el gobierno federal en una acción de contrainsurgencia. Y no es que el gobierno federal o los gobiernos locales no sean una forma de bandas mafiosas, lo trascendente es que por atacar a estos actores mantienen el silencio sobre las acciones de las otras bandas mafiosos: los narcotraficantes.
Ante el silencio de todos los defensores de mitos en este caso, Guerrero ha logrado convertirse en el principal productor de Amapola en este hemisferio (3), el éxito de los opiaceos en el mercado yanqui impulsa la demanda mientras ni el gobierno ni la sociedad son capaces ya no de detenerlo, sino ni siquiera de denunciarlo. Hoy las bandas criminales que asesinaron y calcinaron a los normalistas gozan del éxito de haberse salido con la suya y del silencio cómplice de las organizaciones sociales que no se atreven a nombrarlas. A dos años de la tragedia la organización culpable de enviar a sus compañeros a su ultimo destino sigue encerrada en su cerrazón autoritaria, sigue incólume en la defensa de practicas porriles. La evidencia de la masacre sigue siendo ignorada, ante la utilidad política de este discurso.
Podemos buscar debajo de cada roca en Guerrero, pero no hallaremos ninguna pira funeraria hindú construida por los asesinos sádicos pagados con las drogas de los gringos y mexicanos quemacoas. Nada quedo en la memoria de la crónica de los años de fuego.
La Moral de Occidente
Un gringo asesino a un Beatle
(Jonh Lennon, el de los anteojitos de tarado
y I want to hold your hand y el de Yoko Ono
y el que fue piedra de escandalo cuando dijo que
los Beatleas eran mas famosos que Jesucristo y el
que acumulo millones de dolares al amparo
del mundo del consumo y el que anduvo mariguano
y atizado y pinchado llorando las flores
y los gurús en la India
mientras miles de niños se morían de hambre
en la India)
Carter, ante su muerte
se manifesto entristecido; Reagan
declaró "es una pérdida",
y millones de gringos quemacoas
están conmocionados.
Los gringos han ayudado a asesinar
a mas de 70 000 hombres en mi país
(Con sus armas, sus asesores militares,
sus entrenamientos en el canal
de Panamá, la instauración violenta de gobiernos
militares asesinos, sus préstamos
rapaces que han empobrecido al país)
y Carter se hace el loco y sigue cacareando
sobre Derechos Humanos,
y Reagan promueve la matanza indiscriminada,
y ni un solo gringo, de los 300 millones,
se conmociona
ante tanta muerte.
Guatemala, diciembre de 1980
Marco Antonio Flores, Crónica de los años de fuego
Ante el silencio de todos los defensores de mitos en este caso, Guerrero ha logrado convertirse en el principal productor de Amapola en este hemisferio (3), el éxito de los opiaceos en el mercado yanqui impulsa la demanda mientras ni el gobierno ni la sociedad son capaces ya no de detenerlo, sino ni siquiera de denunciarlo. Hoy las bandas criminales que asesinaron y calcinaron a los normalistas gozan del éxito de haberse salido con la suya y del silencio cómplice de las organizaciones sociales que no se atreven a nombrarlas. A dos años de la tragedia la organización culpable de enviar a sus compañeros a su ultimo destino sigue encerrada en su cerrazón autoritaria, sigue incólume en la defensa de practicas porriles. La evidencia de la masacre sigue siendo ignorada, ante la utilidad política de este discurso.
Podemos buscar debajo de cada roca en Guerrero, pero no hallaremos ninguna pira funeraria hindú construida por los asesinos sádicos pagados con las drogas de los gringos y mexicanos quemacoas. Nada quedo en la memoria de la crónica de los años de fuego.
La Moral de Occidente
Un gringo asesino a un Beatle
(Jonh Lennon, el de los anteojitos de tarado
y I want to hold your hand y el de Yoko Ono
y el que fue piedra de escandalo cuando dijo que
los Beatleas eran mas famosos que Jesucristo y el
que acumulo millones de dolares al amparo
del mundo del consumo y el que anduvo mariguano
y atizado y pinchado llorando las flores
y los gurús en la India
mientras miles de niños se morían de hambre
en la India)
Carter, ante su muerte
se manifesto entristecido; Reagan
declaró "es una pérdida",
y millones de gringos quemacoas
están conmocionados.
Los gringos han ayudado a asesinar
a mas de 70 000 hombres en mi país
(Con sus armas, sus asesores militares,
sus entrenamientos en el canal
de Panamá, la instauración violenta de gobiernos
militares asesinos, sus préstamos
rapaces que han empobrecido al país)
y Carter se hace el loco y sigue cacareando
sobre Derechos Humanos,
y Reagan promueve la matanza indiscriminada,
y ni un solo gringo, de los 300 millones,
se conmociona
ante tanta muerte.
Guatemala, diciembre de 1980
Marco Antonio Flores, Crónica de los años de fuego