miércoles, 9 de noviembre de 2016

la ingenuidad global



Parece que nuestros ingenuos millenials se olvidaron de el éxito de los ultras franceses encabezados por Jean marie le Pen y su hija Marine Le Pen. Ignoran también el crecimiento de los partidos de extrema derecha en Austria (Freiheitliche Partei Österreichs, Partido de la Libertad de Austria), Alemania ( Patriotische Europäer gegen die Islamisierung des Abendlandes, Pegida, Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente)  o Grecia (Chrysí Avgí, Amanecer Dorado). Las lecciones del nazi de Utoya Anders Breivik no pasaron de noche en las conciencias de los europeos resentidos o ahora en las de los estadounidenses multifobicos. 


Queda claro que la era digital no hace mas analítica a la gente, solo le da mas fortaleza a sus dogmas y a su ego gracias a la disponibilidad de información reconfortante, el hecho de leer solo lo que nos gusta escuchar o de ver solo lo que queremos nos aísla de todo lo no afín a nuestra visión del mundo. 


Eso explica como millones se sorprendieron por un resultado tan solido en la elección como era de esperarse por los sondeos previos. Las campañas mediáticas de medios tan poderosos como New York Times a favor de Rodham no lograron enterrar la campaña de Trump.  


De nuestro lado del río, no faltaron los "superanalistas" de pacotilla que daban por descartada la posibilidad el triunfo del rednick Trump, tampoco los imbéciles que desde la clase política quisieron hacerle campaña a la enterradora de Tripoli. Los medios de comunicación en manos de la derecha mexicana demostraron su espíritu pueblerino y su ceguera política celebrando cada encuesta que apuntaba al triunfo de Rodham. La izquierda partidista y la no partidista también parece no entender que la lucha contra la globalización no solo tiene la cara de los "altermundistas"  simplones, la defensa de las soberanías locales tiene una historia mas en común con la derecha reaccionaria que con la izquierda internacionalista.   


Dentro de México la ingenuidad de nuestros propios reaccionarios demostró su falta de visión, Vicente Fox salio de su letargo para ser el icono de los imbéciles con sus pretendidas respuestas a Trump, el amarillista Jorge Ramos quiso convertirse en el icono de los latinos anti-trump y solo logro notas de relleno replicada por sus fanáticos ingenuos. Mas cautos fueron los priistas quienes seguramente bien informados por su cuerpo diplomático vieron que la posibilidad era real y era mejor prepararse ante el previsible golpe a la economía luego de que algo contradecía el neoliberalismo dependiente que fomentaron durante décadas. No ganaron simpatías locales ante una prensa que se negaba a ver las evidencias del éxito de Trump, pero tomaron pasos menos burdos que intentar el intercambio de escupitajos que desarrollaron las figuras del panismo . El pequeño mesías tropical no supo que hacer ante la elección misma. Los nuevos juniors de la clase política como el tecnocrata poblano ganaron simpatías entre otros tantos cretinos que creyeron que su vídeo sobre Trump era un  acto nacionalista y no una estrategia de campaña anticipada en miras a 2018. El genocida Calderon también salio a dar muestras de su conocida rabia para regresar a la escena política como un héroe de los reaccionarios.


la sorpresa global no solo describe el espíritu de la época marcado por los extremos del absoluto escepticismo a las cosas que nos causan aversión o que existen mas allá de nuestra ignorancia (a la ciencia por ejemplo) y de la ingenuidad mas pasmosa que nos lleva a creer como cierto cualquier timo que satisfaga nuestra religiosidad despojada de instituciones (defendemos las mitologías orientales o veneramos cultos ancestrales desde internet). También somos la presa mas fácil del voluntarismo antipolitico. Suponemos que la expresión en redes sociodigitales suplirá de algún modo la acción real en el campo político de la sociedad. Esperamos que un meme transforme la opinión social per se o sustituya la organización social.


Episodios previos a la elección de Trump muestran la cara practica de estos fenómenos, las votaciones en el caso del brexit y de la paz en Colombia fueron decididas por los viejos conservadores que no han abandonado sus militancias y que sin superar en numero a los sectores mas jóvenes son menos escépticos a la militancia y la participación política. 


Hoy el gobierno de la nación mas beligerante del mundo contemporáneo esta en manos de un burgués que defiende múltiples fobias y contradice los discursos de ambos partidos dominantes en EUA al ir en contracorriente del libre comercio internacional en aras de un estado mas cerrado al mundo. Las militancias globales no son en ese escenario una fuente de éxitos, la política seguirá siendo necesaria y las respuestas a los anhelos de la sociedad aun son trabajo para una intelectualidad que esta fuera de los medios masivos pero que no carece de herramientas para intervenir el mundo.