El glaciar de Ayoloco, un signo concreto del cambio climatico

En diciembre de 2012 ascendí al volcán Iztaccíhuatl y recorrí parte de lo que quedaba del glaciar de Ayoloco. En ese momento (29-30/dic/2011) aun abarcaba unas 30-40 hectáreas. Hace unos días (21/ene/2018), un grupo de amigos ascendieron cerca de la cima y en los registros fotográficos que tomaron es evidente que el glaciar ha desaparecido

El recuadro en la foto de 2018 señala el área de la fotografía de 2012, es evidente la desaparición del glaciar. Ambas fotos fueron tomadas en invierno.

Estos registros junto con la información de satélite y las perspectivas científicas al respecto confirman que el proceso de degradación del glaciar no se detuvo. Mas aun, fue mas rápido de lo que habían estimado en un principio. Durante la presentación de un libro en Abril de 2013, el M. en C.  Jürgen Hoth, quien desde 2011 coordina la iniciativa “Bosque de Agua”, dedicada a la conservación de los bosques que rodean a la Ciudad de México, Toluca y Cuernavaca; señalaba que la estimación para la desaparición del glaciar era a 8 años. Hoy, menos de 5 años después, el glaciar ha desaparecido.

A raíz de las imágenes que registraron durante una excursión el año pasado, le señale a varios contactos que las ultimas imágenes del satélite Landsat 8 eran por demás desalentadoras, los registros del GeoEye-1 de Google Earth son también un buen indicador de la desaparición del glaciar. Las imágenes de excursionistas en estos años solo han confirmado que ya no hay masas de hielo y solo en algunas temporadas se acumula nieve en las partes mas altas.

Esquemas del glaciar para ocho fechas diferentes. El intervalo de la línea de contorno es de 50 m, la imagen de fondo es la escena del satélite ASTER VNIR de Marzo de 2001. Schneider 2008 (1)

Otros registros de interés que demuestran el drástico cambio en el paisaje son las fotos históricas de la zona, el fotógrafo Hugo Brehme (1882-1954) un mexicanista muy activo, pudo ver el glaciar en un momento previo al desarrollo industrial del país.

Iztaccíhuatl desde Amecameca, Brehme 1925

alpinistas en el Iztaccíhuatl circa 1940

La situación mundial de los glaciares no es mejor, un hecho concreto del cambio climático es que afecta globalmente. Y aun pese a las evidencias del fenómeno y el consenso científico sobre el origen antropico del  problema, persisten los gobiernos e individuos que niegan o ignoran el fenómeno y sus consecuencias. La persistencia en la dependencia del petroleo es una apuesta suicida que pone en riesgo a millones de personas. Cualquier planteamiento político que ofrezca como perspectiva combustibles fósiles subsidiados o planes de industrialización dependientes del petroleo, simplemente no son serias, son locuras irresponsables que buscan el voto de la gente mas ignorante. 

Imágenes del satélite GeoEye-1

Iztaccíhuatl 10 de Enero de 2018, imagen del satélite LandSat-8

Incendio forestal a mas de 3500m de altura el pasado 14 de Enero, los incendios forestales en zonas de glaciar son uno de los fenómenos frecuentes cuando estos desaparecen. Foto 1 propiedad de @Rodrigoetoro, foto 2 satélite Terra, Nasa. Es evidente la ausencia de hielo o nieve.

La perdida del glaciar ya es un desastre por si misma, junto con otras actividades humanas, es una causa directa de la perdida de especies y de ecosistemas. Las variaciones climáticas que causaron su desaparición ponen en riesgo la habitabilidad de la Ciudad de México en las próximas décadas. Aun a nivel local, el tema es una causa de alerta publica que no debe desestimarse. 

Desde hace algún tiempo, tengo el pensamiento recurrente de que soy uno de los últimos hombres de la historia que pudo estar en el glaciar del Iztaccíhuatl, es un pensamiento trágico. 

Cada vez que hago excursionismo a cualquier lugar de este país me encuentro devastadoras imágenes de lo que somos como sociedad. En un rió subterráneo me tope con un altero de botellas de PET que la corriente arrastro, una carretera que cruza una laguna estaba bordeada por un muro de basura acumulada de años. En cada comunidad rural que he conocido, acumulan y queman basura sin control. He entrado a un basurero en época de lluvias solo para ver el increíble evento de como millones de moscas cubren un camión en segundos. Estudie en un campus de la UNAM que por las tardes es cubierto por la nube fétida de las lagunas de oxidación de aguas negras. He tenido debates con imbéciles de ese mismo campus que recomendaban que me mudara a Polanco si no quería respirar ese aire con su literal olor a mierda. He visto las villas miseria que se instalan justo al lado de esa lamentable red de aguas negras. Hace no mucho vi a un niño jugar en un charco de aguas residuales de un tianguis con un barquito hecho de poliestireno. He pasado junto al basurero que es hoy la cima del cerro  Chimalhuachi, el centro geográfico de Chimalhuacan, ahí vi el increíble contraste, de un lado el basurero, del otro una mina de tezontle y en el camino que divide esos dos lugares, una pareja local caminando sobre ese suelo hecho de polvo y bolsas viejas, con su ropa inmaculadamente limpia. Vivo en un lugar que un día fue lago, luego hacienda, luego la periferia y hoy es apenas otra colonia en el mar de concreto en que convertimos todo. Aun ahí, me visitan murciélagos, aves, abejas, abejorros. Entre las paredes viven decenas de lagartijas. Hace algunos años inicie una pequeña huerta en esa azotea anónima. 

No se si sea posible recuperar el glaciar de Ayoloco, pero haré lo que pueda para que no perdamos mas de ese paisaje que dio forma a lo que somos.  

(1) D. Schneider, H. Delgado Granados, C. Huggel, A. Kääb. Assessing lahars from ice-capped volcanoes using ASTER satellite data, the SRTM DTM and two different flow models: case study on Iztaccíhuatl (Central Mexico). Natural Hazards and Earth System Science, Copernicus Publications on behalf of the European Geosciences Union, 2008, 8 (3), pp.559-571.