La nueva directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, La Dr. Elena Alvarez-Buylla (conocida a nivel mundial por su charlatanería anti-transgenicos) continua con acciones que degradan el trabajo de esta institución. Alvarez-Buylla es una científica que por causas ideológicas miente y defiende fraudes sobre biotecnología. Para esta labor cuenta con su propia ONG llamada UCCS (Unión de científicos comprometidos con la sociedad). Un nido de mentirosos donde aprovechando la falacia de autoridad , presentan engaños como hechos ciertos, y utilizan su posición académica para asustar a comunidades que carecen de las herramientas para verificar sus afirmaciones.
Alvarez-Buylla, internacionalmente conocida por su charlatanería cientifica |
Esta ONG es parte de una red de activistas y organizaciones que atacan la biotecnología desde engaños donde inventan falsas consecuencias por el uso de la estas tecnologías e intentan imponer políticas publicas con base en el miedo, el engaño y el integrismo.
-Despedir arbitrariamente a personal operativo.
-No defender los compromisos de mantener o crecer el presupuesto del sector.
-Colocar en puestos directivos a un empleado de su organización política (la UCCS) y a un miembro de la tribu política de Bejarano-Padierna quien no tiene los estudios requeridos para ese cargo.
Fernando Cordova Tapia, un sujeto que difundió argumentos falsos durante la consulta ilegal sobre el NAIM posteriormente fue incorporado al Conacyt por su antigua jefa en la UCCS, Alvarez Buylla |
-Imponer recortes de recursos a programas que la institución ya atendía.
Mientras tanto el presupuesto para ciencia se recorto, algo que contraviene claramente las promesas de campaña del actual gobierno. La Dr. Alvarez-Buylla no hizo nada para garantizar los recursos necesarios a la institución, por el contrario acuso sin pruebas de supuestos fraudes en la asignación de recursos y afirmo que se podían lograr mas resultados con menos presupuesto.
En linea con su ofensiva ideológica contra la ciencia, en el congreso ya se discute una reforma a la Ley de Ciencia y Tecnología que elimina órganos colegiados y otorga poderes a Alvarez-Buylla para asignar discrecionalmente desde sus fanatismos los recursos del Conacyt. También permite bloquear investigaciones que no correspondan con sus intereses políticos o sus fantasías pseudocientificas.
Por todo ello la comunidad científica del país ya se manifiesta contra esta propuesta de ley, contra los nombramientos arbitrarios y contra los sesgos ideológicos que amenazan con bloquear el trabajo científico del país.
Haciendo eco de las preocupaciones de la comunidad científica del país reproduzco uno de los comentarios que desde la UNAM han expresado su preocupación:
"La iniciativa de reforma a la Ley de Ciencia y Tecnología y su extensión a la derogación de las de Bioseguridad en materia de Organismos Genéticamente Modificados, eliminación del Consejo Consultivo Científico y otras instancias plurales, es nefasta.
Establecer las prioridades de la investigación - incluyendo las Humanidades - en la Ley, en una forma que aumentará la arbitrariedad que se pretendo combatir, es una nueva fumarola del Volcán de los Despropósitos.
Forzar acciones de entes autónomos como las Universidades es otra. Convertir al CONAHCYT en único órgano asesor del Presidente en ciencia, tecnología y humanidades es absurdo y está condenado al fracaso por diseño, al existir una instancia para las Humanidades en la propia casa. Esta iniciativa no debe pasar. A abrir foros para escuchar opiniones diversas y expertas. Y subrayo, legisladores/as: ESCUCHAR, que el Consejo y su pronto-titular no lo hacen."
El nombramiento de Alvarez-Buylla represento desde su anuncio un tema de preocupación en la comunidad cientifica. Si sumamos a ello el deterioro institucional y los costos al desarrollo nacional, no solo veremos una caída en los avances de investigaciones, también seguiremos viendo bloqueadas herramientas de desarrollo; que de nos ser por esos integrismos paranoicos ayudarían a mejorar las condiciones del campo mexicano.
Los costos de una elección donde se empodero a grupos de activistas que basaron siempre su discurso en difundir miedos irracionales, esta a punto de afectar por años el trabajo serio la comunidad cientifica. A menos que la presión social pueda evitar esta andanada fanática.
Debería ser "Unión de Científicos Comprometidos con la SUciedad".
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