Esta mañana en su ya acostumbrados
shows de sorpresas, el presidente anuncia un proyecto que se puede calificar como parque civico-militar en Chapultepec. El propio presidente con una inusitada relevancia, le otorga a la guardia nacional la futura seguridad de un Bosque de Chapultepec rediseñado.
La secretaria de Cultura, la estudiante de derecho Alejandra Frausto, argumenta que actualmente los espacios en Chapultepec están
desarticulados, algo que no pasa de ser la misma muletilla con la que personajes como la directora del Conacyt (Elena Alvarez-Buylla) rellena los discursos repitiendo una y otra vez la palabra -articular-. Los espacios en Chapultepec corresponden a diferentes épocas e intenciones, se les puede conectar con elementos contemporáneos, pero articularlos mas de lo que ya están hoy día es una intención inútil.
La secretaria también se inventa un problema de seguridad publica que no existe, afirma que esta modificación del parque permitirá que se visite con seguridad. Pero no hay ningún foco rojo dentro del parque en cuanto a seguridad. Esta locura esta sustentada en que el parque se convertirá en una
pejelandia militarizada que servirá de escaparate de su nuevo cuerpo militar, la guardia nacional.
En todo caso, lo único claro es que pondrán mas cruces peatonales que sorteen las avenidas para unir las diferentes áreas del bosque, algo que en el fondo es tan sencillo que no explica el porque anunciarlo con tanta solemnidad.
No me desagrada el trabajo de Gabriel Orozco, su obra puede ser controversial, pero no me parece mala. No pagaría nada por ella, pero son buenos experimentos intelectuales. Aun así, no veo el caso de darle el proyecto de Chapultepec. Él afirma que convocara a lo mejor de la capacidad humana que el país pueda ofrecer, aunque carece de experiencia organizando grupos así, su trabajo es notable pero individual. Si lo apostamos como un reto a su capacidad, no parece quedar bien en las posibilidades de éxito. Tampoco hay un argumento solido sobre porque el y no alguien mas. El mundo del arte, la arquitectura y el diseño es bastante amplio y hay perfiles muy interesantes ademas del suyo.
Este proyecto no tiene nada de prioritario para la Ciudad, no es innecesario, pero tampoco esta entre los temas de urgencia. Y es que en el fondo no es mas que otro capricho de amlo. A lo mucho es un tanque de oxigeno para que Sheinbaum -la jefa de gobierno sin luz propia- resista mientras los temas de verdad espinosos de la CDMX se acumulan.
Y no son pocos temas, Sheinbaum habia prometido una propuesta para el tema de la basura luego de que por su propio capricho cancelo la planta de termovalorización. No ha presentado nada.
No tiene capacidad para que el metro funcione y no puede tocar ni de lejos al charro sindical del metro, porque este se unió con amlo desde la elección del EdoMex (ni con eso ganaron).
Tampoco parece tener ideas o capacidad para atender el problema del ambulantaje, los microbuses y claro, no tiene como resolver la inseguridad o la violencia de los carteles de la droga.
En su participación en la presentación, Sheinbaum solo aporta el termino -interconectar- y le dedica loas al presidente y a la Sedena por su "generosidad". Al parecer los días en que ella ilegalmente opero la construcción del segundo piso del periférico entre las secciones primera y segunda del bosque de Chapultepec, ya no están en su memoria. Ahora puede gastar mas dinero publico en conexiones peatonales que crucen las avenidas que ella amplio al trafico motorizado.
Así es como teniendo tantos temas prioritarios y sin que nadie lo pida, anuncian una obra de presupuesto incierto, y se la dan a un artista plástico sin experiencia en nada similar. Como en todas las decisiones autoritarias de este gobierno, se descartan mecanismos de transparencia y se apuesta por asignar a amigos del estado, para hacerlo se usa el dedazo del presidente.
No hay que ser un genio, si una obra como esta se llevara a concurso, se abre la posibilidad de participación de estudios de arquitectura, diseño y arte vanguardistas, y se ajustan las propuestas a un presupuesto transparente. Aquí no sabemos cuanto costara, ni si la propuesta es la mejor de entre las posibles en términos de contenido, calidad o concepto.
Con un estado que reduce cada día las expectativas económicas, que cada vez manda mas lejos en el tiempo el posible cumplimiento de sus ofertas de campaña y que acumula crisis internas y externas. Esta obra parece ser solo un gran escaparate para mantener la excitación de los sectores incondicionales al presidente.