Mentir por consigna, destruir la industria por fanatismo.

El día de hoy (26/4/2021) el diario La Jornada publica una nota que acusa específicamente a una planta cervecera en Zacatecas de ser la causa del déficit de agua en el acuífero de Calera. Los datos oficiales y los números publicados por este diario afín al gobierno federal, muestran que pese a los titulares alarmistas, la planta cervecera no es la causa de la crisis hídrica en la región. 

El texto acusatorio publicado en La Jornada

La breve editorial donde La Jornada ataca
cotidianamente a todo lo contrario al inquilino de palacio.  

Entre otras cosas, lo que esta nota intencionalmente no menciona es que en este momento 85% del territorio nacional esta padeciendo diferentes grados de sequia. Este problema tiene múltiples causas y la mas impórtate es el cambio climático. Un fenómeno de magnitud global, ante el cual el actual gobierno ha abandonado sus obligaciones y en contra de toda lógica, destruyo ilegalmente un manglar para construir una refinería de petróleo. 

Además de ello no existe ninguna política de estado orientada a resolver la grave crisis de falta de agua que aqueja a diferentes regiones del país. Como en otros temas que revelan la ineptitud del ruidoso gobierno federal, la táctica ha sido culpar a otros por los problemas. En este caso y con particular éxito, el hombre de paja son las plantas productoras de cerveza. 

El estado actual del acuífero.

Con fecha de diciembre de 2020 la Conagua publico el documento: Actualización de la disponibilidad media anual de agua en el acuífero Calera(3225). Elaborado por la Subdirección General Técnica, Gerencia de Aguas Subterráneas. En el mismo se establece que actualmente se extrae un total de 176.5 hectómetros cúbicos anuales de este acuífero. Según la nota de la Jornada, citando a la propia empresa cervecera, esta planta produce 2 mil 400 millones de litros de cerveza anualmente, con un consumo de agua de 2.3 litros por cada litro final de cerveza. Esto implica un consumo anual de 0.552 hectómetros cúbicos de agua, es decir el 0.31% del consumo total de agua extraída. 

Esta cantidad no se compara con la demanda agrícola (90.2% de toda el agua extraída) y solo representa un 10.8% del agua utilizada por la industria del estado. 

Distribución del uso del agua por sector en el acuífero Calera.

Como en el caso de las acusaciones similares que hubo contra el proyecto de Constellation Brands en Mexicali, o las acusaciones que hay en este momento contra una embotelladora de agua en Puebla, se trata de discursos carentes de veracidad que pretenden construir enemigos públicos para encubrir la falta de soluciones a la crisis hídrica del país. Estas industrias efectivamente consumen agua, pero lo hacen en una magnitud que no implica que sean la causa única o mayor del déficit en los acuíferos (72.573 hectómetros cúbicos anuales para el acuífero de Calera), su participación en el problema es marginal y hay temas mas urgentes como el despilfarro por malas practicas agrícolas. De las 2097 obras activas que aprovechan el agua subterránea en ese acuífero, 1379 se utilizan para uso agrícola, 453 para dotación de agua potable a las comunidades de la región, 229 para uso doméstico-abrevadero, 31 para uso industrial y 5 para otros usos. 

Como en los casos de Mexicali o Puebla, lo que permea es un discurso de nacionalismo ramplón donde se exacerba el hecho de que una parte de la producción de cerveza se destine a exportación, o que los capitales de la empresas involucradas sean de origen extranjero. Tal como la propia nota expone, detrás de estas acusaciones hay intereses políticos (el propio texto trata de vincular el caso al gobierno de Salinas de Gortari) y los grupos que atacan a la cervecera esperan exigir compromisos a todos los candidatos en las elecciones locales. 

Es innegable una crisis hídrica en el país, con particular gravedad en algunos acuíferos, pero la cruzada de nacionalismo cuasi-fascista que impulsa a los supuestos defensores del agua, tiene un trasfondo de intereses con el actual gobierno federal y su ineptitud ante la sequia.