A raíz de la publicacion de mi texto -El mentiroso de Palacio- el pasado 20 de mayo, he recibido un correo de Emilio Arellano, quien se presenta como sobrino de Adolfo López Mateos y bisnieto de Ignacio Ramírez, "El Nigromante", reproduzco el mensaje para proceder a realizar las aclaraciones pertinentes, adelantando que el mensaje carece de elementos para desmentir mis afirmaciones.
"Distinguido señor Cuauhtémoc Contreras: Me permito extenderle el presente correo, con la finalidad de aclararle lo relativo a la carta de mi tío Adolfo López Mateos, que usted temerariamente asegura era apócrifa... hecho totalmente falso, en virtud que cuando yo publiqué mi cuarto libro, intitulado: Adolfo López Mateos, Una Nueva Historia, de mi editorial Planeta, tuve el privilegio de que mi tía Avecita (finada recientemente) me permitiera acceder a los documentos personales de él y allí estaba ese borrador que yo incluí en dicho libro.
Le ruego aclarar dicha falsedad sobre la carta, en los mismos términos y extensión publicada, en su respetable sitio web, en virtud, de que con el afán de denostar usted a la presente administración federal y a la apreciada periodista Gabriela Rodríguez, perjudica mi trabajo, que fue plenamente sustentado y que el señor Presidente, al que no tengo el gusto de conocer, lo perjudica falsamente pues sólo extrajo dicho documento de mi libro, dañando también mi trabajo literario.
Así mismo, en cuanto a la frase de MI BISABUELO, D. Ignacio Ramírez, El Nigromante, sí manifestó la referida frase de: Yo me hinco donde se hinca el pueblo... la manifestó cuando se discutieron los preceptos de la constitución de 1857 y sobre las leyes de Reforma. Le ruego haga también las aclaraciones pertinentes...
Marco copia del presente correo a la Presidencia de la República y a la Lic. Gabriela Rodríguez, exigiéndole haga la aclaración pertinente en las mismas condiciones y difusión de espacio disponible en su sitio web, como tengo derecho conforme a la legislación vigente.
Atentamente,
Emilio Arellano
Bisnieto de Ignacio Ramírez, El Nigromante.
Sobrino de Adolfo López Mateos."
En respuesta a las inquietudes del señor Arellano, me permito señalar que su respuesta refrenda mi afirmación de que la supuesta carta jamas fue leída en el Zócalo como afirma claramente Gabriela Rodriguez el 13 de diciembre de 2013:
"El 27 de septiembre de 1960, al nacionalizar la industria eléctrica, después de referirse a la claridad de los preceptos en los artículos 27 y 28 constitucionales, esta fue la oratoria de López Mateos"
La Jornada, 13 de diciembre 2013".
El discurso de López Mateos el 27 de septiembre de 1960 en el Zócalo esta bien documentado en fuentes históricas, entre ellas el libro que yo cito: Los presidentes de México ante la Nación (1821-1966) tomo V, 1811-1966- paginas 883 y 884. También fue publicado íntegramente el día 28 de septiembre de 1960 por la prensa nacional, tomo el ejemplo del periódico El Informador de Guadalajara, que lo consigna en la primera plana y la pagina 6. Estas fuentes y la propia declaración de Arellano, confirman que el texto leído en Palacio Nacional el día 20 de mayo de 2020 (de existir) jamas habría sido publico antes de 2013 y se trataría de un borrador. No de un discurso, como afirma Rodriguez, ni de una carta como afirma López Obrador.
Sobre mis criticas a la presente administración, las refrendo y las afirmo. Mis opiniones como las de cualquier ciudadano son parte de los elementos de cualquier democracia que se precie de serlo, y tal como se aclara con la informacion del mensaje de Arellano, son totalmente pertinentes ante las afirmaciones pseudo históricas del inquilino de Palacio y su séquito. Ni el ni nadie puede desmentir que Jesus Ramirez Cuevas afirmo que el texto de marras se leyó en el Zócalo el 27 de septiembre de 1960, siendo esto completamente falso.
Respecto a la frase atribuida a Ignacio Ramirez, "yo me hinco donde se hinca el pueblo", insisto en que se ha demostrado como falsa. Así lo hizo el historiador Javier Lara Bayón desde marzo de este año y nada de lo que dice Arellano tiene capacidad de contradecir sus indagaciones. Lo que presenta Arellano son versiones que no están acompañadas de evidencia histórica y por ende no pueden corroborarse de manera independiente. Vale hacer el señalamiento de que las relaciones familiares no equivalen a evidencia histórica.
Finalmente, respecto al interés de Arellano en comunicar a la presidencia y a la polémica directora del CONAPO de mis dichos, me parece una ociosidad curiosa. El inquilino de palacio (a quien me tiene sin cuidado si el señor Arellano conoce o no) es un sujeto intoxicado por su propio discurso falaz, que defiende sus engaños (como las afirmaciones sobre la carta apócrifa) desde eso que nombra "otros datos". Si acaso esto da pie a que se me nombre como un enemigo publico del régimen, me sentiría satisfecho de tener ese papel al saber que me enfrento a un gobierno mentiroso, ecocida y autoritario; enfrascado en la construcción de elefantes blancos, a costa del futuro de una nación entera.
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