“Con el presidente Adolfo López Mateos, la económica creció 6% anual y en el periodo neoliberal creció solo 2%, pero ahora hay confianza de inversionistas extranjeros y además ya no va a haber la variable de la corrupción, esto nos va a ayudar mucho”
No es la primera vez que en sus declaraciones alaba los gobiernos priistas del periodo conocido como "el desarrollo estabilizador". Para un personaje que nació justo en los albores de ese periodo (1953), que hizo toda su formación política con los artífices de esas políticas y que admira por nostalgia esa fantasía romántica. Puede sonar épico reconstruirla, pero no pasa de ser eso, una fantasía construida desde los relatos de antiguos criminales priistas que presumían ante el mundo su dirección del país. La realidad es que ese tiempo pasado no fue mejor y solo estamos ante la ilusión de un populista.
Hay muchas razones para sostener que ese país ni es el de hoy, ni es replicable. La guerra fría que consumía al mundo, termino en 1990, hace ya casi 29 años. La economía global es ciertamente diferente, el capitalismo de los Baby Boomers es muy diferente al de los Millenials que no saben mas que de precariedad, desarraigo e incertidumbre. Sigue siendo notable que ante el acelerado paso de la postmodernidad y la hipermodernidad, sus mas jóvenes integrantes se refugian en la fantasía del pasado de un viejo.
Como individuo puedo afirmar que soy hijo de esas generaciones de la postguerra, mi padre nació en 1941, mi madre en 1945, crecí con mi abuela que nació en 1915 escuchando los relatos sobre mis antepasados que aun vivieron antes de 1900. Por eso me resulta familiar oír sobre pobreza. Mi abuela tuvo que emigrar como todas sus hermanas para no morir de hambre en una ranchería de Zacatecas, Toda la familia de mi padre migro al D.F. en busca de trabajo ante pueblos pintorescos pero miserables en Veracruz. Dos generaciones atrás, ninguno de mis familiares pudo permanecer en sus lugares de origen y fueron impulsados por la necesidad a buscar las ciudades. Todas las historias de mis compañeros de escuela eran similares. Mis vecinos son todos descendientes de migrantes que huyeron de todo el país a la capital.
Culturalmente las cosas son también muy distintas. El menor de mis tíos y la mayor de mis hermanas fueron las primeras personas de mi familia en estudiar la universidad. Mi abuela apenas pudo aprender las primera letras. Hoy en mi generación de primos somos todos universitarios. Me alegra que en el otro extremo, mis sobrinas y mis sobrinos tengan seguro cosas como la educación y la salud. Aunque ambos derechos estén hoy en riesgo justo por el irresponsable costo de cumplir las fantasías de un político anquilosado.
Pero mas allá de mis recuerdos, tenemos el peso de los datos para comparar estas épocas, aquí algunos hechos:
En 1958 cuando Lopez Mateos tomo el cargo, el país tenia solo 34.2 millones de habitantes, hoy tiene 129.2 millones.
En ese mismo 1958 la pobreza alimentaria abarcaba al 61% de la población, en 2016 (ultimo dato oficial disponible) abarca al 20.1%.
Al final del sexenio de Lopez Mateos (1964) la población era de 40.5 millones de personas y el 45.6% seguía en pobreza alimentaria. En números absolutos los pobres alimentarios pasaron de 20.9 a 18.5 millones de personas de 1958 a 1964
Pobreza en México, 1950-2004 (Proporción de la población) periodo de López Mateos resaltado. |
Székely, Miguel, Pobreza y desigualdad en México entre 1950 y 2004 El trimestre Economico Vol. 72, Núm. 288 (2005)
Resultados de pobreza en México 2016 a nivel nacional y por entidades federativas, CONEVAL 2016
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Lopez Mateos también es el responsable del asesinato de Ruben Jaramillo junto a su esposa y sus hijos, además de sus sobrinos y compañeros.
Fue el responsable de la represión a los ferrocarrileros, maestros y telefonistas. Demetrio Vallejo fue arrestado por el gobierno de Lopez Mateos en 1959 y permaneció en Lecumberri mas de 11 años.
Arresto de Demetrio Vallejo 1959 |
En términos de educación superior el México de esa época es por mucho distinto, en 1960 33.5% de la población era analfabeta, para 2015 solo 5.5% de la población lo era. En 1960 la población universitaria en todo el país era de 80,643, con 64% de esa población concentrada en el Distrito Federal, para 2006 2,150,140 personas estudiaban la universidad y solo 16.6% lo hacia en el D.F.
Mario Guillermo González Rubí, La educación superior en los sesenta:los atisbos de una transformación sin retorno. Sociológica, año 23, número 68, septiembre-diciembre de 2008
La nostalgia puede ser una buena fuente para la literatura, pero pretender aplicarla en la conducción política de un país es una ruta al desastre. Los sueños petroleros y las alianzas con los otros sobrevivientes de esa época de dinosaurios priistas no cambiara la realidad mundial, no devolverá a la vida a los antiguos mentores y tampoco desaparecerá el CO2 de la atmósfera.
A esta era de antiguas ilusiones, vendrá otra de pragmatismo y desencanto.