lunes, 18 de julio de 2016

La tormenta en el vaso de agua, la vision del mundo del chairo

Los chairos son esa izquierda bobalicona, ignorante, crédula y de talante autoritario que vive en una permanente excitación desde lo refractario. Que anhela el cambio mundial de la mano del voluntarismo, mas cercanos en teoría a charlatanes como  Deprack Chopra o a Osho que a cualquier teórico de izquierdas. Son el blanco ideal de los creadores de memes, infografias basura y vídeos sin sentido que circulan por las redes sociodigitales.

Son los autores y al mismo tiempo los creyentes de noticias falsas que satisfagan su deseo de anunciar el cataclismo inminente del enemigo. Uno de sus primeros exponentes, previo incluso a la anónima invención del adjetivo, es Ruy Salgado, "el 5anto", un paranoico que llevo su expresión a un intento vano de cambiar el curso de la elección en 2012 desde la fama que tenia su blog y sus vídeos. Cuando se dio cuenta de que su causa estaba perdida, intento con actos desesperados, el ultimo de ellos, fingir su secuestro.
El falso secuestro de Ruy Salgado, uno de los primeros chairos de
la era de las redes sociales.

En su eterna critica al poder, acusan a los medios de mentir, algo que a la postre es cierto, pero ellos mismos, mienten permanentemente en su afán de ganar notoriedad y poder. Y  entre mas utilidades descubren en internet, mas se esmeran en pulir su lógica "noticiosa", un acto ocurrido años atrás en Bangladesh puede fácilmente trucarse para que el escenario sea la Oaxaca contemporánea; Una localidad colombiana u hondureña no distan mucha para hacerlas pasar por Michoacan o Chiapas. Los interminables esfuerzos colectivos por revertir esas falsas noticias parecen una causa perdida. Los discursos de fe no admiten criticas. Ni siquiera la mas básica: si acusan al poder de mentir con la información ¿que les da el derecho a ellos de hacerlo?

Choluteca, Honduras, convertida en Oaxaca por la paranoia
del chairismo.


La creación y viralizacion de noticias falsas es una de las características emblemáticas de ese universo de lo chairo. Si iniciamos el conteo con los años posteriores al 11-s y en si a ese evento, la mitología se nutre a cada segundo. Un blog de chicanos filonazis californianos se invento que ese mismo día, un vigilante del palacio legislativo de san lazaro, habría detenido a dos agentes del mossad que pretendían poner una bomba en el lugar como parte de la operación del 11-s. 15 años después sigo encontrando de vez en cuando esa misma farsa replicada por decenas de pequeños medios de información y algunos miles de creyentes. Un amplio reporte elaborado por las mejores universidades de los Estados Unidos, explica como colapsaron los edificios, algo que millones vimos en directo. pero a esta fauna no lo ha interesado nunca la física, la ciencia o los hechos.

Para ellos la ciencia es una fuente de mitologías, no un método de trabajo. Basta crear un blog o una pagina y convertir cualquier mentira piadosa o cretina en un nuevo dogma con las poderosas palabras "científicos afirman", "la ciencia dice", "la ciencia confirma". Del otro lado, en el del trabajo serio y la investigación necesaria, no ven nada sino episodios de nacionalismo rancio "mexicano gana premio...", o  expresiones de eso que se imagina como el peor nido de mercenarios, "la ciencia oficial". Una muletilla a la que atribuyen todo y desde que la encontraron, se sienten en el derecho de matar a quienes no les convencen.

Como las fantasías de los negacionistas del viaje a la luna o de los creyentes en la tierra plana, no necesitan pruebas, la evidencia les estorba, no se puede construir la solidez que se imaginan con titubeos. Tal vez por eso, en el emblemático caso de la masacre de Ayotzinapa, vemos tanta dureza en la fe de los necios que siguen clamando la letanía de "vivos se los llevaron, vivos los queremos". Y mientras encienden velas e imaginan un complejo sótano en el cuartel del 27/o batallón de infantería, ignoran los hechos, las evidencias y los cadáveres. A su lado la producción de amapola y el poder del narco no solo no se vio afectado por la masacre. por el contrario el silencio cómplice o timorato de las organizaciones sociales consolido el poder de las mafias.

Los restos de los normalistas, la evidencia incomoda.


Pero para los seguidores, para la gente de fe que se subió a ese tren sin hacer preguntas, la Escuela Normal Rural Isidro Burgos es un tótem al "heroísmo revolucionario" y no una escuela fracasada con egresados mal preparados en la educación, pero hábiles en el abuso a los derechos humanos, algo que aprenden desde su llegada con la infame "semana de prueba".

Pero el chairismo no es algo exclusivo o local, es un fenómeno mundial en desarrollo al que aquí hemos llamado de cierto modo. Como ignorar el éxito de el chairo gringo por excelencia: Alex Jones de infowars, no pocos le creyeron su fantasía del "amero", el ahora mediocre y panfletario diario, La Jornada, fue el primer medio en darle espacio desde la cada día mas paranoica columna de Jalife Rahme, Ese mismo personaje ha pasado por todas las etapas de la conspiranoia, de negar el cambio climático en su defensa irrestricta del petroleo como negocio a acusar absurdamente al fracking de ser una fuente impulsora del cambio climático. Los enemigos de ayer pueden ser los amigos de hoy si se les presenta con la suficiente histeria.
Jalife en el mundo de la fantasía chaira



Ese mismo mantra logro que regresaran a la vida política impresentables como Bartlett, Sansores, Monreal o Camacho. Y que ese ejercito de fieles que conforman el mundo chairo les aplaudieran en tribunas, les dieran sus votos y la legitimidad para regresarlos al poder de la mano de Lopez Obrador, otro éxito de la memoria fugaz del chairismo, no importa su pasado priista, sus mañas y negocios en el GDF o su herencia envenenada de obra publica elitista. Lo que importa es tener un asidero a algo que parezca contradictorio al sistema y que no requiera un esfuerzo personal de aprendizaje. Como los memes y la comida chatarra, no hace falta pensar demasiado, la inmediatez y la aceleración de la postmodernidad marcan el ritmo de la fe. Los libros, la teoría y el análisis de la realidad son para tetos y ratones de biblioteca, no para los auténticos buscadores de emociones de escritorio y masturbaciones mentales del voluntarismo.

Se podría decir que en el fondo ese universo de pasiones busca algo útil o positivo, pero el hecho es que lo hace de un modo tan absurdo que no sorprende que cada vez que se tiene algún episodio donde se pueda confrontar con el sistema fracasen miserablemente. Las lecciones básicas de política no llegan a su espectro de temas de interés, y probablemente no lo harán. El trabajo de pensar y construir un mundo alternativo a la distopia actual no debe recaer en la fantasía de esa autointoxicacion que llamamos chairos.






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