sábado, 17 de julio de 2021

¿Pues que les deben?

A estas alturas queda claro que el naufragio de la izquierda mexicana tiene como mayor lastre su identitarismo ramplón, no solo no condenaron la represión que hasta hoy continua en la Cuba, también se unieron al coro cínico que justifica la represión a manifestaciones pacificas. 

El internet continua cortado en la isla, hay reportes de entre cientos y miles de detenidos, un muerto y un toque de queda aplicado por fuerzas militares de elite. Para una izquierda que se definió con la toma de las calles en el 68, todo eso debería ser por lo menos motivo de alarma, pero las reacciones han ido del silencio a la justificación. Por menos de lo que vemos en Cuba veríamos denuncias y manifestaciones contra cualquier gobierno del mundo, y sobre todo, no veríamos ese esfuerzo por negar la realidad de los palafreneros del régimen. 

¿Por que digo que aquí habla el identitarismo? Porque la izquierda mexicana creció creyendo que le debía algo a Cuba, que Cuba era parte de su historia en nombre del latinoamericanismo, o que Cuba era el modelo de futuro. Pero todas son falacias. A Cuba no le debemos nada, ni la izquierda radical de los movimientos guerrilleros, ni la izquierda reformista y prodemocracia de la actualidad le debe nada. A los primeros no les permitió organizarse para luchar contra el gobierno, porque Cuba  no quería pelearse con el priismo al que le debían la vida Fidel y sus hombres. Sin Lázaro Cárdenas y Gutiérrez Barrios, su suerte habría ido entre el fusilamiento o la prisión. A la segunda jamás la apoyo ni con el pétalo de una declaración, en el momento álgido de la elección de 1988 Fidel Castro reconoció a Salinas como presidente y no fue sino hasta 2010 que expreso una candorosa duda sobre esa elección. En el plano de las ideas tampoco aportaron nada, tratar de replicar Cuba seria destruir lo logrado en bienestar y derechos humanos. 

De el estar en Latinoamérica, lo estamos todos, y la historia no nos define por estar ahí, sino por tomar partido en cada momento. Nuestras identidades políticas dependen de nuestras convicciones, no de obligaciones artificiales vinculadas a donde nacimos. En todo caso quien tiene obligaciones pendientes es el gobierno cubano que recibió de buena gana el apoyo que siempre llego de todo el mundo, sin que eso haya servido para nada. Su economía esta en la ruina y no son capaces de garantizar la alimentación de su gente. 

De la diáspora cubana que ha llegado a México (con una oleada intensa en los últimos 20 años) hemos podido constatar que si bien nuestra lamentable realidad es una desgracia, es preferible a la incapacitante miseria que se vive en Cuba. Eso dice bastante, hasta nuestro agujero del infierno parece un lugar esperanzador en comparación. Pero no solo lo vemos aquí, hay cubanos exiliados en todo el planeta. Cada vez que salen delegaciones de atletas, algún porcentaje deserta. De los técnicos sanitarios que rentan como médicos, sabemos que los controlan bajo amenaza con agentes de la policía política.

Del bloqueo el propio gobierno cubano iba camino a abandonar esa retorica hueca. Si a Raúl Castro le toco la oportunidad de ser brevemente reformista y reconocer que el bloqueo ya no valía como excusa, Diaz-Canel regresa a la retorica y a la línea dura para tratar de hacerse el fuerte sin ser un Castro y recurre a la misma muletilla. Pero el problema de Cuba no es la falta de comercio, sino que todo su comercio es deficitario porque no produce cosas con valor agregado, sus exportaciones son fundamentalmente materias primas y productos artesanales. 

A México le debía 487 millones de dólares, el gobierno de Peña le condono el 70% de esa deuda a cambio de nuevas reglas que frenaran la migración desbordada. A la Argentina le debe 4,800 millones de dólares, a los 14 países del Club de Paris les debe 2,600 millones de dólares, y eso porque le condonaron 8,500 millones en 2015. A Rusia le debe 3,500 millones porque en 2015 le condonaron 31,500 millones; a China le debe mas de 3,000 millones porque Beijing le condono 48% de la deuda que tenían. Hasta 2016 reconocía una deuda de 18,200 millones de dólares y con un comercio deficitario, esa cifra solo aumentara. 

Es como volver al México de los 70s y los 80s con deudas impagables y demagogos en el poder, con la diferencia de que en Cuba no tienen siquiera petróleo para hipotecar. 

Personalmente tengo un relato familiar con la isla, mi papá fue uno de los marinos mercantes mexicanos de las tripulaciones que llevaron mercancías a Cuba en el 59. Toda su vida recordó que Camilo Cienfuegos los recibió personalmente en el puerto, y nunca dejo de apoyar la causa de la revolución cubana. Cuando en mi infancia me llevaba a la feria del libro de minería, poníamos nuestras aportaciones a la solidaridad con Cuba. Años después considere hacer mi propio peregrinaje a la Isla, pero me detuvo mi propia circunstancia, a mi ninguna organización me pagaba los viajes. No por ello deje de aprender sobre la Isla, su historia y su circunstancia, tampoco perdí de vista la disonancia entre la propaganda y la realidad. Cuba nunca destaco entre el bloque socialista por sus logros industriales y el periodo especial fue un regreso a la era preindustrial. 

De los testimonios recientes solo destacaba que por fin había internet y que el comercio sexual seguía en aumento. Por lo demás, los adictos al régimen eran iguales a los engreídos que conocí en una delegación de estudiantes cubanos que fue a la UNAM hace unos 15 años. Se plantaron ahí a decirnos que la juventud cubana era la mas culta del continente, un publico de lerdos les aplaudió la frase.

Y es claro que se las aplaudió por la creencia en el excepcionalísimo cubano, pero eso es una fantasía sustentada en la propaganda. La realidad es una economía en crisis, un sistema de salud incapacitado y una solida tradición en la represión interna. Cuba se negó a intentar reformas durante la perestroika en la URSS, el costo fue interno, regresando la economía a la edad preindustrial; y externo, dando forma al desastre económico de Venezuela. 

Ante la pandemia cobraron millones por recibir cruceros de riesgo, anunciaron vacunas que no están listas, mandaron técnicos innecesarios a México, callaron sobre la degradación de la economía a niveles catastróficos, padecieron la falta de infraestructura eléctrica. Y se quedaron sin opciones de salida porque se negaron a oír la critica interna o externa. Creo que la caída del régimen va a suceder en cámara lenta, pero sucederá. 










jueves, 8 de julio de 2021

Rumbo a la carestía energética.

 


-Vender gas subsidiado no cambia el precio del gas, solo transfiere el costo al gobierno.

-El alza de precio en el gas se debe al aumento en el precio internacional y a la dependencia de importaciones.

 

¿Hay soluciones?

R.-Si, pero ninguna inmediata.

La única manera de dejar de depender de importaciones es producir más gas y preferentemente hacerlo a costos competitivos para lograr un precio final accesible al mercado nacional. México importa más del 80% de su consumo de gas. Se usan dos tipos, gas licuado de petróleo, que se destila de petróleo liquido en refinerías; y gas natural, que se extrae en forma gaseosa en yacimientos que también contienen hidrocarburos líquidos. El primero tiene más emisiones de CO2 que el segundo. Algunas de las opciones para generar más gas, son:

 

1.-Dejar de limitar el fracking.

El fracking es una técnica segura que permite aprovechar yacimientos de gas natural y petróleo asociado no explorados a un costo competitivo. Las fantasías conspiranoicas de los grupos opositores a esta técnica no tienen ningún sustento.

Consulte la opinión del Centro Mario Molina sobre el fracking http://centromariomolina.org/wp-content/uploads/2014/06/PP_ShaleGas2506141.pdf

Instalación de fracking en Pennsylvania. (© Roy Morsch/Corbis)


2.-Implementar plantas de energía de ciclo de Allam.

El ciclo de Allam es un ciclo de combustión cerrado donde se usa gas natural como combustible y se almacena todo el CO2 producido, este CO2 se usa posteriormente en otros procesos industriales que no impliquen arrojarlo a la atmosfera como aumentar la presión en pozos petroleros en declive, con ello se consigue un doble efecto beneficioso: se logran extraer combustibles que de otro modo serian inaccesibles. Y se almacena el CO2 en capas geológicas impermeables evitando su liberación a la atmosfera (por años Pemex uso nitrógeno para aumentar la presión en sus pozos, eso contamino el gas extraído y este tenía tan poco poder calorífico que no tenía valor de mercado).

https://www.ief.org/news/game-changer-announced-construction-of-four-new-zero-emission-gas-plants

El ingeniero Rodney Allam y su creación.  
(Foto: Michael Thad Carter para Forbes.)


3.- Permitir rondas de licitación para extraer hidratos de gas en el golfo de México.  

Los hidratos de gas son formaciones cristalinas de hielo con moléculas de gas natural encerradas dentro de “jaulas” moleculares. Este gas puede aprovecharse calentando estas formaciones, el suelo oceánico del golfo de México tiene importantes yacimientos que no se han explotado.

https://netl.doe.gov/oil-gas/gas-hydrates/GOM



 

4.- Dejar de quemar el gas asociado a la extracción de petróleo en los pozos. 

Pemex ha quemado por décadas el gas natural en mecheros de sus pozos. Desde hace años se había acordado en el congreso que se comprarían equipos criogénicos para licuarlo y distribuirlo, jamás se hizo.



 

Puedes constituir una empresa que se llame “chidogas”, “gansogas” o cualquier otra charada, pero eso no altera la capacidad productiva ni tiene efecto en los precios de mercado internacionales. Producir gas requiere inversión industrial en áreas que al actual gobierno no le interesan. Su objetivo es ganar votos con la quimera de las gasolinas baratas, algo que vende bien entre quienes no se han enterado de los cambios hacia un modelo de movilidad eléctrico.