Felipe de la Cruz solía ser maestro en Acapulco, aunque dejo de serlo hace tiempo, hace mas de 6 años, cuando tras la masacre de Iguala-Cocula se integra al movimiento de padres de los normalistas asesinados. El no perdió a nadie, y de hecho no perdió nada, su hijo Ángel de la Cruz concluyo hace tiempo su carrera en Ayotzinapa, de donde Felipe, su padre, también egreso hace tiempo, en el 87 exactamente. Tampoco perdió su salario de maestro, en el rio revuelto se hizo vocero de los padres sin dejar de percibir su paga por la plaza de maestro en Acapulco.
Es parte de la CETEG, la coordinadora estatal que destaca por sus radicalismos, esta organización, actuando en nombre de los 43 normalistas asesinados, saqueo camiones de carga y reparto; tomo casetas de peaje e incendio edificios de gobierno. También intento infructuosamente tomar el aeropuerto de Acapulco en una marcha encabezada por personas con picos de construcción.
Pero como en tantos movimientos y expresiones radicales de la política, las prebendas y traiciones no son invisibles. Ya lo habíamos visto en Atenco, cuando la otrora radical representante del FPDT América del Valle se unió a Jiménez Espríu para tratar de justificar con fotos del Lago Nabor Carrillo (que ha permanecido cerrado al publico por décadas) la supuesta afectación a un lago imaginario en los terrenos del NAIM. Hoy esa antigua radical que en otros tiempos pedía asilo en la embajada venezolana, se declara a si misma seguidora de Ackerman y deja en la caja del olvido a los ex-presos políticos de Atenco que cayeron en la cárcel cuando el hoy morenista Higinio Martínez comenzó el conflicto en 2006. Tampoco le importan mucho las palabras de López Obrador el 5 de mayo de 2006:
"no tenemos nada que ver en este asunto, en este conflicto. Este es un grupo que ha manifestado no estar de acuerdo con nosotros (el FPDT), no hay ninguna vinculación".
En fin, las chicanerias de supuestos izquierdistas no son nuevas en este país, tenemos ejemplos varios. Lo vimos por ejemplo en Oaxaca, cuando tras su detención, Flavio Sosa confeso públicamente que era consejero nacional del PRD, tras meses diciendo que el representaba a un movimiento ajeno a los partidos políticos.
Y el mas reciente de esta cadena de engañabobos, lacras y mentirosos, es justamente el ex-normalista Felipe de la Cruz quien anuncia su candidatura por una diputación federal por la vía de representación proporcional (al parecer no se quiere arriesgar a no ser votado).
De la Cruz, es uno de los varios personajes que ha hecho carrera con el botín político de Ayotzinapa. Un proceso en el que se ha aliado a toda clase posturas irreales, el es uno de los primeros en negar la calcinación de cuerpos en el basurero "hoyo de papayo" con las fantasiosas historias de Jorge Antonio Montemayor Aldrete. También es un otrora radical contrario a los partidos y las elecciones, el 19 de enero de 2015 el diario la Jornada consigna:
<< Felipe de la Cruz, padre de uno de los sobrevivientes del ataque del 26 de septiembre, quien atiende a un par de reporteros. Responde a una batería de preguntas machaconas: ‘‘No vamos a permitir que en Guerrero haya elecciones’’, reitera. Se recuerda a De la Cruz que hace unos días, en un foro organizado por el gobierno guerrerense, el ex presidente del Instituto Federal Electoral José Woldenberg afirmó que de no haber comicios en la entidad procedería ‘‘la declaración de un estado de excepción y la suspensión de garantías. ¿Quién haría esta operación? El Presidente de la República, con el aval del Congreso… ¿Es esto lo que quieren?’’ Responde el padre de familia: ‘‘No, porque habrá un gobierno popular; por eso estamos formado concejos en los municipios’’ de la entidad.>>
Queda por mencionar que en su nueva aventura pagada por el erario, se dispone a compartir públicamente la mesa con los cómplices del asesinato de los normalistas de quien se dice doliente. La realidad es que si consigue una curul continuara con la añeja andanada de pensamiento mitológico respecto al caso Ayotzinapa y hará lo posible por encerrar a los pocos que se tomaron en serio la investigación, mientras calla la liberación de los pocos detenidos que permanecen en la cárcel.
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